Delfina Raquel Peñaranda Bogran tiene 27 años y es una joven sin igual. Su discapacidad, Síndrome de Down, no ha sido impedimento para hacer las cosas que siempre le han gustado. Su mayor pasión: la natación, una de las tantas habilidades que ha desarrollado esta damita.
Cuando tenía 6 años empezó a nadar y, desde entonces, ha viajado a las Olimpiadas Especiales, representando y dejando a Panamá en alto, pues ha traído a casa medallas de oro y la distinguida de la Fundación Kennedy. Su talento no termina allí, la música ha sido importante en su vida; por eso toca piano y baila ballet. Las tantas medallas que se ha ganado y premios que ha recibido los guarda con amor en su recámara, donde cada vez que los ve recuerda aquellos momentos inolvidables.
Sus ganas por superarse continúan. Raquelita, como le dicen de cariño sus familiares y amigos, viajará este mes de septiembre a Centroamérica, donde dictará unos seminarios de musicoterapia e hidroterapia, pero su principal misión es promover el II Congreso Internacional: "Por el derecho a la inclusión de las personas con discapacidad", que se realizará en nuestro país del 4 al 8 de octubre.
Raquel indicó que "tenemos derechos para trabajar, pero lo más importante, lo que a nadie se le debe olvidar, no nos deben discriminar. Yo le pido al nuevo gobierno de Martín Torrijos que nos ayude a nosotros los discapacitados para tener un Seguro Social y más rampas en los estacionamientos".
Esta bella joven trabaja actualmente con sus padres en una fábrica de confección de ropa. Se graduó de Secretaria y se encarga de la producción de la empresa.
Tiene 4 hermanos, a los que ama y admira. "Estoy feliz de estar así, yo nunca voy a cambiar mi forma de ser", dijo.
Ella es un ejemplo a seguir, no sólo para las personas con discapacidad, sino también para el resto de los panameños que sienten que cualquier cosa es un obstáculo para cumplir sus metas.
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