Un conflicto de tierra entre dos familias de muy escasos recursos que viven en condiciones infrahumanas, está a punto de terminar en tragedia, pese a la intervención de la Defensoría del Pueblo.

Todo por un lote bajo la jurisdicción del MIVI, en Los Tecales, áreas revertidas de Arraiján. En el año 2002, el MIVI expidió una resolución a la beneficiaria del lote Nº 68, Anayansi Castillo, a quien se le adjudicó. Ella trabaja en casa de familia en Panamá y se le acusó de abandono del lote, pese a que lo niveló y construyó una pequeña casita.

En febrero, cuando regresó de su trabajo, se encontró otra familia construyendo en su lote, a la que se le entregó el bien inmueble. Paulina Moreno y Mario González, cabeza de familia del otro hogar conformado por 5 niños y dos adultos, sólo se resignaron a decir que se les benefició con el lote.