El papá de Lindsay Lohan sigue con la lengua suelta, como se diría en buen panameño. Imagínense que esta vez acusó a su ex esposa Dina Lohan de estar enviciada en la cocaína. ¿Quéeee?

Así es, Michael Lohan afirmó que tiene pruebas de que la mujer es una mala influencia para su propia hija, porque hay una cinta de vídeo en donde se ve a una persona, que trabaja con ella, diciendo que le entregaba la droga a Dina en su residencia.

La batalla en la corte de Long Island sigue fuerte, porque Michael quiere conquistar el derecho de ver a sus hijos, pero la mujer no quiere que él se acerque a sus hijos menores: Ali, de 13 años, y Cody, de 11.

Sobre Lindsay Lohan, les podemos decir que no puede mantenerse tranquila, y mucho menos seguir un programa de rehabilitación. La actriz, de 21 años, fue llamada a la oficina del director del centro Cirque Lodge, por consumir drogas y tener relaciones sexuales con un interno.

Fíjense que la actriz empezó a maldecir y gritar, cuando se le ordenó que se sometiera a un examen toxicológico, que resultó positivo.

El director del centro de rehabilitación le advirtió que, de seguir comportándose así, sería expulsada. ¡Hasta cuándo!