Gustavo Sánchez no se hace el rebelde, es rebelde por naturaleza. "Soy rebelde porque el mundo me hizo así...", cantaba en voz baja antes de concedernos una entrevista exclusiva. Si nadie le contó por qué es así este particular señor, nosotros lo hacemos, con lujo de detalles y relatado por Gustavo en primera persona.
Dicen que no habría otro cómo tú para hacer el papel de villano que te asignaron en Latin American Idol...
Iba a respondernos, pero intercedió la carismática Mimí con las siguientes definiciones sobre su compañero en el jurado de Latin American Idol: "Es más malo que el ácido sulfúrico. Es más malo que comida echada a perder". Y el ex mánager de Chayanne y Ana María Orozco le respondió, pero no nos hizo esperar y expresó lo siguiente: "No estoy haciendo un papel, estoy siendo Gustavo Sánchez. Yo soy así. Si me quieren considerar como malo no lo sé. Soy honesto".
Me parece que, más allá de los halagos, está la crítica bien intencionada. Escuchando tus evaluaciones, así lo haces, de corazón y sin dobles intenciones. La crítica ayuda a crecer...
"Parte de ser duros con ellos es porque tienen que asimilar que la vida es así. A mí me han echado de varios colegios y de diversos trabajos. La vida es así de dura y esta profesión, la del músico, más dura todavía. Lo que estamos haciendo es dejarlos enfrentarse a lo que va a ser la vida real. Estamos ayudándolos a entender que, porque uno te diga algo, tu carrera no se termina, sino que significan que los escuchas y los aconsejas".
Más allá de evaluar, creo que ustedes, como jurados, también se convierten en descubridores de talentos... "Es que nuestro trabajo no es hacer un ídolo. La gente está equivocada. Nuestro trabajo es entregarle a la industria discográfica y al público personajes que puedan ser ídolos, que tengan la capacidad para serlo. La industria y el público son los que hacen un ídolo. La labor nuestra es descubrir talentos en toda América Latina, enseñárselos al público, a los medios de comunicación, a las compañías discográficas para que ellos hagan los ídolos. Nosotros solamente estamos como una ventana. Creo que también hacemos una gran labor social porque si no fuese por este tipo de programas, la industria no haría nada. Quieras o no, aquí, cada año, hay treinta chicos que salen en televisión durante dos meses. Por lo tanto, estamos creando figuras. La industria discográfica no puede hacerlo porque hay problemas de piratería. Estamos ayudando a la industria a encontrar ídolos".
¿Qué es lo que se debe hacer para qué esos ídolos no sean efímeros? "Eso es imposible decírtelo. Todo es suerte. De cada cien que graban un disco y venden, uno es un ídolo".
He leído que cuando niño eras rebelde hasta convertirte hoy en una persona aplicada y responsable...
"Los niños son crueles. Cuando estaba en Puerto Rico se burlaban de mí, porque traía acento argentino. Cuando venía a la Argentina se burlaban de mí porque tenía acento gallego. Cuando estaba en Nueva York, los blancos me pegaban, porque era puertorriqueño y los negros me pegaban, porque era blanco. Entonces me convertí en un rebelde. Además, al criarme sin mis padres adquirí mucha rebeldía. También era muy inquieto. Me echaron de doce colegios, pero siempre tenía muy buenas notas. En conducta tenía cero".
¿Cómo lograste encauzarte y alcanzar hoy este estado de plenitud y armonía? "Me fui de mi casa a los 13 años, con dos bolsas de ropa, cinco dólares en el bolsillo, dormí en una playa y allí me di cuenta de que la vida no era lo que pensaba que era, de lo duro que era y de lo que costaba tener todo en la vida. Después he tenido mucha suerte en la vida. Yo soy de los que opinan que la vida es suerte. No tengo un ego inflado, porque estoy convencido de que tanto lo bueno como lo malo pasa por una cuestión de suerte. Tuve suerte de encontrarme en mi camino a gente como Chayanne, Candela Ferro, Ana María Orozco y a Latin American Idol. La responsabilidad me la da el éxito y la suerte que tengo en la vida. Estoy agradecido a la vida".
¿Qué viene después de Latin American Idol? "Hace poco, en un año, perdí a mis cuatro mejores amigos. Entonces, espero vivir el día del hoy y del mañana. Hoy, mi único proyecto y mi futuro que me preocupa es Latin American Idol. No estoy pensando a manejar artísticamente a ningún chico del programa, porque no quiero que existan dudas de por qué yo estoy aquí. Para mí, la pureza de lo que estoy haciendo es maravillosa. Aparte de mi labor profesional, la cual me divierte y me llena en todos los sentidos, de alguna manera también estoy haciendo una labor social. Mientras no me echen, aquí estaré".