Ante el aumento de proyectos hidroeléctricos, los consejos municipales de la provincia de Chiriquí han encontrado una herramienta legal para proteger los afluentes.
Primero fue el Consejo Municipal de Boquete que declaró el río Caldera como Reserva Municipal en Peligro; y ahora, el de Bugaba a través de un decreto municipal aprobado por unanimidad decidió hacer lo mismo con el río Gariché.
Héctor Caballero, edil del corregimiento de Volcán, explicó que esta es la única forma de frenar la construcción de las hidroeléctricas.