Ante todo quiero felicitarte por tu columna, porque siempre la leo y me gusta cómo aconsejas a la gente.
Por eso me atrevo a escribirte mi problema, porque estoy desesperada. Yo estoy saliendo con un muchacho desde hace dos años.
Él era compañero mío de trabajo y en un paseo a Coronado por un fin de semana se me declaró y desde entonces comenzamos a salir.
Yo dejé de trabajar allí y cada día nos vemos menos y siento que nuestra relación se puede acabar de un momento a otro.
Lo peor del caso es que mi novio muy poco me llama y cuando lo hace es para preguntarme si lo estoy quemando, ya que como no nos vemos mucho y, modestia aparte, yo me veo bien, él piensa que lo quemo.
A veces trato de ser yo la que lo llama y lo busca, pero siento que me esquiva, porque me sale conque tiene mucho trabajo, que está ocupado y no puede encontrarse conmigo. Y eso me desconcierta, pero otras veces me llama borracho en la madrugada para decirme que me extraña y que quisiera que yo estuviera con él en ese momento, aunque al día siguiente como que se arrepiente y está como distante. Como ves, mi relación es muy complicada.
QUERIDA AMIGA:
Te felicito por tomar la decisión de ventilar tu problema para que otras chicas que estén en la misma situación se beneficien con el consejo que te voy a dar.
Todas las relaciones de pareja son complicadas, unas más que otras, pero uno debe tener la cabeza fría y ver qué es lo que le conviene y si su futuro es promisorio o no.
Ese chico te tiene de vuelta y media, cosa que no es saludable; las relaciones de pareja son de dos al 100%; si uno no está muy interesado, el otro siempre va a sufrir. Te aconsejo que encuentres un momento para hablar con tu novio y le digas lo que sientes. Si él sigue dando vueltas sin aterrizar es mejor que cambies de rumbo y te busques a alguien que te quiera de verdad y no se ande con rodeos.