Dennis Smith es tan espontáneo que no llevó ningún discurso escrito a la presentación de su libro: El rey del truco soy yo.
Sin proponérselo, nos transmitió sus sentimientos y nos contagió con su humildad y alegría. Es muy original.
Confesó que ésta, su primera obra, nace por la presión de un gran escritor que cada vez que lo veía le preguntaba lo mismo: ¿Cuándo vas a publicar tu libro?
Este hombre lo angustiaba tanto, que se veía obligado a sentarse frente a la computadora a esperar que las ideas llovieran. Pero ni siquiera bajaba del cielo una llovizna; ni una gotita.
Pasaba el tiempo y nada. Sequía total. Cuentos a medio terminar. Un día se convertía en una semana.
Ese hombre que, sin saberlo, lo martirizaba es Enrique Jaramillo Levi, su profesor en el diplomado de Creación Literaria.
Un día la luz esperada por Dennis se filtró porque decidió sentarse y no esperar nada. Simplemente se dedicó a escribir a mano. Entonces pensó: "¡Ah!, debe ser por la computadora que no me salían las ideas".
Así fui haciendo un cuento cada dos meses. Pasaron dos años y el profesor nuevamente: "¿Cuándo vamos a sacar un librito?".
Fue a principios de este año cuando surgió el ultimátum. "Así como en los trabajos digo que sí sé hacer algo y luego tengo que ver cómo resuelvo y voy aprendiendo, así me propuse a terminarlo en las noches", confiesa.
Dennis le mostraba los cuentos a su mamá, quien le comentaba: "Tú siempre escribes y cuando uno piensa que va a terminar en algo, termina en otra cosa".
Dennis reía para sí y pensaba: "Eso es precisamente lo que quiero; voy bien".
Como los demás escritores, Dennis para sus temas se inspira en la gente, en las situaciones cotidianas... y le va poniendo picante.
¡NO FUE PRESION!
Jaramillo Levi sonreía cuando Dennis habló de aquel hombre que lo presionaba, y confesó que la obra no nació por eso, sino por el talento y la motivación del autor.
De él, nos dice, tiene las virtudes de un gran cuentista: malicia literaria, ingenio, grata amenidad y oficio escritural.
"En su libro, Dennis voltea la tortilla de víctimas y victimarios sin que nos demos cuenta como lectores. Es versátil y lo demuestra en la variedad temática que encuentra el lector en esta primera colección. Es su constante búsqueda de diversidad lo que más asombra en este nuevo escritor", dice el crítico literario.
Anticipa que Smith está destinado a ser un gran cuentista. "Garantizo que en este libro hay talento, y mucho; del bueno, del mejor. Es una alegoría que se cuenta en tres planos: Realidad sintética, historia de una época antigua y crítica social, que es un plano más abstracto.
Narciso, Control demográfico, Cartas de disculpas, El prestamista son algunos de los cuentos de Smith.
La mayoría, escritos en menos de una página, manejados con la precisión de un experimentado cirujano, lo que satisface al más exigente catador de minificción, asegura Jaramillo Levi.