Desde un pequeño y modesto puesto, ubicado en el Mercado Público de David, en la provincia de Chiriquí, Julia Montenegro cose verdaderas obras de arte.

Esta humilde señora aprendió a coser a los 14 años, su madrina le enseñó. En una vieja máquina dio sus primeras puntadas y aprendió todo el arte de la costura, lo que le ha servido para ganarse la vida de una manera honrada.

Otra de las artes que domina a la perfección es el bordado en prendas de vestir, que lo hace todo a mano. Cuenta que viendo revistas y con mucha práctica, aprendió todo lo que sabe de bordado.

En su humilde puesto, los clientes pueden encontrar vestidos de bebé, sabanillas, pollerones y otras confecciones que dejarán a más de uno con la boca abierta por la calidad y por la belleza que tienen sus trabajos.

A pesar de lo bonito que son sus vestidos, las ventas no son muy buenas, por lo que se conforma con llevar unas cuantas monedas para poner la paila todos los días y cubrir uno que otro gasto.

Pese a que esta modista sólo llegó hasta cuarto grado, esto no ha sido impedimento para dominar el arte de las medidas. Para ella lo más importante es superarse y ser alguien en la vida, sin importar qué tanto cueste lograrlo.

Originaria de Gualaca, provincia de Chiriquí, tuvo que emigrar a los 17 años a la ciudad de David en busca de un mejor futuro, y encontró un esposo que le dio hijos y un hogar estable.

El sueño más grande que tiene en la vida es poder comprarse una máquina nueva, porque la que tiene ya está muy viejita y se le hace difícil a la hora de trabajar.

Independientemente de este pequeño inconveniente, continuará trabajando para seguir ayudando a su hijo que está enfermo a causa de un accidente de tránsito que sufrió hace varios años. Tiene motivos de sobra para esforzarse.

CONTACTELA

Las personas que quieran contactarla para la confección de uno de sus vestidos, la pueden llamar al teléfono 6028-5376.