El hecho de utilizar uno que otro juguete al momento de la relación sexual no tiene nada malo, en cambio, le agrega diversidad y diversión al encuentro.
Según la sexóloga, hay que establecer una frecuencia y un tiempo para utilizar los juguetes, pues de hacerlo seguido se convertiría en algo rutinario. Se debe alternar y elegir un momento.
Dentro del acto, es probable que se den ciertas palmaditas en varias partes del cuerpo, esto no tiene nada que ver con el sadomasoquismo, en el que los golpes son más fuertes e intensos. En este caso, la pareja debe establecer un convenio de hasta dónde van a llegar.