
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
El ambiente es propicio para el aprendizaje.
Salas especiales para las terapias.
Los niños disfrutan el aprendizaje.
Les enseñan a comer.
Está ubicado en la Ave. Balboa y Ecuador, próximo al Hospital del Niño.
Hay niños de todas las edades.
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
El ambiente es propicio para el aprendizaje.
Salas especiales para las terapias.
Los niños disfrutan el aprendizaje.
Les enseñan a comer.
Está ubicado en la Ave. Balboa y Ecuador, próximo al Hospital del Niño.
Hay niños de todas las edades.
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
El ambiente es propicio para el aprendizaje.
Salas especiales para las terapias.
Los niños disfrutan el aprendizaje.
Les enseñan a comer.
Está ubicado en la Ave. Balboa y Ecuador, próximo al Hospital del Niño.
Hay niños de todas las edades.
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
El ambiente es propicio para el aprendizaje.
Salas especiales para las terapias.
Los niños disfrutan el aprendizaje.
Les enseñan a comer.
Está ubicado en la Ave. Balboa y Ecuador, próximo al Hospital del Niño.
Hay niños de todas las edades.
Las maestras están muy pendientes de ellos.
Fotos: EVERGTON LEMON/ CARLOS LEMOS/ CORTESIA
El ambiente es propicio para el aprendizaje.
Salas especiales para las terapias.
Los niños disfrutan el aprendizaje.
Les enseñan a comer.
Está ubicado en la Ave. Balboa y Ecuador, próximo al Hospital del Niño.
Hay niños de todas las edades.
Niños con un gran futuro. Alimentarse de forma adecuada, compartir con los demás niños, estudiar y aprender a convivir con la sociedad, son algunas de las cosas que los niños aprenden en el Centro Ann Sullivan Panamá (CASPAN), que atiende a unos 40 niños con autismo.
Los especialistas trabajan unas seis horas con estudiantes, y se esmeran para que ellos aprendan las conductas necesarias, a fin de tener las destrezas para trabajar en centros laborales regulares, y a su vez, puedan ser independientes en su vida diaria.
Karinthia Carrillo , directora del centro, afirmó que el objetivo no solo es que los niños aprendan, sino también que los padres de familia que asisten a los cursos que ellos ofrecen, tengan la oportunidad de conocer más de las diferentes habilidades de sus pequeños.
A diferencia de los centros educativos tradicionales, la mayoría de especialistas que atienden en CASPAN son psicólogas de formación, lo que les permite la intervención en crisis de familia, y conocer más el entorno que rodea al estudiante.
Carillo afirmó que lo especialistas deben tener siempre en cuenta, que el autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del desarrollo, permanentes y profundos. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, y evidencia conductas repetitivas o inusuales.
A la fecha, se han presentado aproximadamente más de 200 solicitudes de admisión en el CASPAN; las que son recibidas por el centro, se revisan, y el padre debe llenar una información clínica del paciente que confirme que tiene este padecimiento, luego es analizada por las autoridades del centro.
Los padres tienen que comprometerse a cumplir con todos los requisitos, que incluyen asistir una vez al mes a los talleres nocturnos, donde se les explica el plan de estudio de sus hijos.