¿Tiene usted algún pariente o amigo que padezca epilepsia? Si es así, tome las debidas precauciones o aconseje a ese ser querido para que no descuide los tratamientos. Recuerde, es mejor prevenir que lamentar.
TRATAMIENTO:
El primer paso para iniciar el tratamiento de la epilepsia es hacer un diagnóstico correcto. El error en el diagnóstico conlleva consecuencias graves para el paciente; sobre todo porque de él depende el tipo de medicamento que el médico recete.
Es importante tomar el medicamento de la marca indicada por su médico. En efecto, un cambio de marca, aunque sea del mismo medicamento y en las mismas dosis indicadas, puede hacer que su crisis reaparezca.
Hay que realizar seguimientos constantes, por los posibles efectos secundarios, tanto para el paciente como para terceros, nos referimos a una mujer gestante.
CUIDADOS
En caso de estar frente a un paciente con epilepsia, ayude a evitar que tenga lesiones. Ponga a la víctima en el suelo y sujétela suavemente, pero con firmeza. Colóquele una almohada y aflójele la ropa. Ponga a la víctima de lado, para evitar que se ahogue en caso de que vomite. Cuando pase el ataque, verifique que los conductos respiratorios estén abiertos y la respiración sea normal.
RECOMENDACIONES:
Mantenga la calma y no se asuste. No coloque pañuelos entre sus dientes. No es necesario llevar a la persona a un servicio de urgencia, excepto si la crisis dura más de 15 minutos o si se repite una crisis tras otra. Es frecuente que después de la crisis la persona caiga en un sueño profundo. No la interrumpa, déjela descansar.
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