Es nuevo en el barrio, pero no un inquilino común. Alexis Ramos, de 50 años, adoptó la acera de la calle Ricardo Miró en Vista Hermosa como su morada, aunque el mobiliario que lo acompaña es una cajeta de cartón que sirve de mesa, un neumático como depósito y escritos alusivos a Dios, como sus cuadros; sin embargo, se siente cómodo.
Sentado en posición de Buda, se le encuentra a cualquier hora del día bajo la sombra de un árbol, no pidiendo limosnas, sino un plato de comida por caridad.
Alexis dice que no tiene familia que lo ayude, pero su fe en Dios lo mantiene con esperanzas; se refugia en el Salmo 91 que dice: "El que habita el abrigo del Altísimo, morará bajo la sombre del Omnipotente".
ES UN PERSONAJE
Los niños de la escuela Ricardo Miró no le temen, al contrario, a la salida le llevan galletas y hasta leche de sus meriendas.
Para ellos, Alexis es un miembro de la comunidad, pese a que viene de Río Abajo.
SU ARTE
Alexis se desempeñaba como pintor, pero las malas jugadas de la vida lo tienen en las calles sin abrigo.
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