Se necesita más que buena voluntad para que el país eche hacia adelante. La voluntad de todos depende el desarrollo de la nación, pero no menos importante es tener un norte definido de hacia dónde queremos llegar. Si no lo hay, es vagar en mar abierto sin instrumentos de navegación. La nave va a la deriva y nadie salva a sus tripulantes a menos que se ponga en práctica un operativo conjunto de rescate. Eso es lo que necesita Panamá. A un año del gobierno de Martín Torrijos, no se puede decir que no ha habido aciertos, eso sería injusto. Pero tampoco se puede decir que todos sabemos cuál es la ruta a seguir. En ocasiones parece encaminarse hacia una dirección, pero de repente cambia el rumbo sin previo aviso. Es importante que se mejore este fallo para lograr llegar a tierra firme.
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