"Trabajar es muy bello", dijo la señora Sonia Castillo, quien hace 10 meses, el desempleo y la situación económica del país, la obligaron a colocar un puesto de comida improvisado en la esquina diagonal al Teatro Nacional, en San Felipe, barrio que la ha cobijado por los últimos 30 años.

Y, como buena madre, incluyó a su hijo Fredy Castillo en el negocio, pues él también estaba desempleado.

Ambos preparan la comida del día, y a la hora de la venta, él se encarga de despacharla y la señora Sonia de cobrar, pues "ante todo la salud", comenta la pequeña empresaria.

En este acogedor puesto, que está debajo de una carpa azul, venden pollo, chuleta, carne asada, arroz con guandú y coco, yuca al moho, ensaladas varias, y todo esto a un módico precio. "Es importante que los clientes sepan que la comida que aquí se vende es saludable e higiénica", señalo.

Algo que le preocupa es que con la remodelación del Casco Antiguo, ya le han comentado que en cualquier momento debe desalojar su casa, que es el edificio 5-16, ubicado frente al Parque Bolívar, y además de eso también debe retirar su pequeño negocio. Solicita a las autoridades que la coloquen en un puesto, pero que sea dentro de San Felipe o se quedará donde está "hasta lo último", puntualizó.

La señora Sonia y su hijo Fredy son un ejemplo de que en Panamá siempre hay algo en qué ganarse la vida, sólo es de ingeniárselas.

HORARIO

De lunes a viernes, de 10: 30 a.m. a 2 p.m., atienden a sus fieles clientes.