Levante y Murcia empataron sin goles en un encuentro impropio de Primera División, marcado por las imprecisiones y la falta de ambición de los dos equipos, y en el que no ofrecieron ningún tipo de espectáculo ni emoción.
Los primeros cuarenta y cinco minutos de juego fueron un auténtico calvario para los futbolistas del Levante, que no dieron una a derechas y se vieron desbordados por la velocidad del ataque murciano.
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