Al parecer el panameño Irving Saladino todavía no ha podido superar las faltas que comete a la hora de ejecutar un buen asalto.
Recuerdo que en el 2009 entrevisté a su entrenador, Florencio Aguilar, para que me comentara a qué se debían tantas faltas que hacía su pupilo a la hora de realizar un buen asalto.
El maestro del salto largo en Panamá analizó las causas por las que su pupilo ha caído.
A juicio del adiestrador, las fallas de Saladino radican al llegar a la tabla, quiere hacer un cambio de velocidad y en ese momento pierde el control para poder ejecutar un salto bueno. El instructor señaló que, para corregir las mismas, Saladino deberá mejorar su forma de salida y meterle más velocidad.
El pasado miércoles, en el Mundial de Atletismo en Daegu, Corea del Sur, el C-3 solo realizó un salto válido de 7.84 metros. Eso fue todo lo ofrecido por el panameño. Luego de ser eliminado, Irving abandonó el estadio sin decir una palabra con el gesto duro, probablemente lleno de muchas dudas o de impotencia.
En el Mundial de Berlín 2009, Saladino también fue eliminado en la primera ronda tras hacer tres saltos nulos.
Estos resultados del colonense obligan a pensar en que la caída del panameño se debe a algo más que la mala suerte.
Hace tiempo que Saladino ha perdido la sonrisa que exhibía en los campeonatos, cuando después de acumular medallas de oro -Juegos Panamericanos de Río 2007, Mundial de Osaka 2007 y Juegos Olímpicos de Pekín 2008- hablaba sin complejos de su deseo de llegar a los míticos nueve metros, hoy en día no es el mismo Saladino que veíamos hace tres años. ¡Ojalá el medallista olímpico analice bien su futuro!
Saladino, a sus 28 años, deberá dar un giro de 180 grados si quiere defender su título en los Juegos de Londres 2012. Puede que sea su última oportunidad, ojalá me equivoque.
¡Saludos!