SUERTE DE GATO.

Michael Schumacher, del equipo Ferrari, sufrió ayer un espectacular accidente, del que resultó ileso al salirse de la pista cuando circulaba a más de 300 kilómetros por hora por el circuito Monza, a causa de un problema en el neumático posterior izquierdo.

Schumacher perdió el control de su Ferrari F2004 cuando transitaba por la recta de meta, una de las zonas más rápidas de Monza.

El bólido del germano se estrelló contra el muro de protección de los boxes, saliendo despedido hacia la parte izquierda de la pista.

Fue entonces cuando se produjeron los mayores momentos de tensión, pues "Schumi", tras salir por su propio pie del monoplaza, se tumbó en el césped en espera de la llegada de los servicios de emergencia del circuito. Tan sólo con la llegada de los médicos al lugar del siniestro, el piloto de Ferrari se reincorporó, tranquilizando a los presentes.