La iniciativa por querer ser empresario desde pequeño, ha arrojado grandes frutos. Con sólo nueve años de edad, el único hijo de Nora Jiménez le propuso un "negocio" que actualmente les ha ayudado muchísimo.
Para el asombro de muchos y alegría de quienes disfrutan de ello, Nora se dedica a la venta de duros en la entrada del edificio donde vive junto a su hijo y esposo.
Desde taxistas, buseros, empleados de oficina y hasta estudiantes disfrutan los riquísimos duros que diariamente prepara en la comodidad de su hogar.
"Cariño y amor", explica Nora, es el único ingrediente que adicional a los normales agrega a sus duros, pues aparte de la tradicional leche y canela para darles sazón, sostiene que les transmite entusiasmo, porque pese a todo nunca deja de reír.
Y es que sonriendo atiende a sus clientes, a quienes no les importa parar el tráfico con tal de comprar uno de los tan deseados duros de esta panameña, que a mucha honra asegura ser trabajadora y buena madre.
Con esta peculiar iniciativa, Nora tiene una de las mejores fórmulas para que nunca le falte nada a su hijo, pues dice que de lo que saca vendiendo tiene para los libros que utiliza en la escuela y para la ropita de su pequeño "inventor".
Para evitar problemas, desea arreglar su estatus de vendedora, pues por su peculiar oficio no pensó que necesitara un permiso de trabajo, pero para curarse en salud se encuentra en los trámites pertinentes para que "nadie le meta cuento", y así sus clientes no dejen de disfrutar sus deliciosos duros de frutas naturales.
Ya lo sabe!, si el intenso sol de la urbe capitalina le agobia y se encuentra por Calidonia, no lo piense más y deguste uno de los deliciosos duros de Nora.
¿DONDE ESTA?
Nora se encuentra a tempranas horas en la entrada del edificio Lajas, a un costado de la Mueblería Alemana.
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