El Almería pagó con la derrota de 2 por 1, sus escasos fallos ante un Valencia con más experiencia en la categoría, y ha visto cómo todos sus esfuerzos se quedaban en nada, merced a la calidad de hombres como Fernando Morientes o el oportunismo del italiano Emiliano Moretti.
El Almería controló el juego desde los primeros minutos del encuentro con la complicidad del Valencia, que apostó por el contragolpe, sin demasiada eficacia.
Los defensas locales cortaron los rápidos avances valencianistas, lo que dejó al cuadro visitante sin su mejor baza, para lograr adelantarse en el marcador.
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