La frágil frontera entre Panamá y Costa Rica sigue siendo un dolor de cabeza para las autoridades por los pasos clandestinos, el contrabando de productos agrícolas y el movimiento del narcotráfico.
El sector de San Jorge es el lugar de mayor preocupación para los costarricenses porque es este el lugar que ha sido más utilizado para ejecutar personas.
Aixa Santamaría, Gobernadora de Chiriquí, indicó que se está fortaleciendo la seguridad en el área fronteriza y, sobre todo, esperan que la comunidad pueda contribuir con la denuncia de actos sospechosos.