Presentan problemas para adaptarse

Irregularidades frecuentes

DIAaDIA realizó un recorrido en estos autobuses por diferentes rutas y se comprobó que las personas siguen con la mala costumbre de gritar “parada” y no tocan ninguno de los seis timbres que tiene el metrobús para solicitar la parada. También hay ciudadanos que están acostumbrados a ir hasta en la puerta, situación que sigue ocurriendo dentro de estos vehículos, aunque después de las líneas amarillas de cada puerta, las personas no pueden estar paradas. Esto a veces no se cumple.

Cada uno de estos buses tiene asientos reservados para la tercera edad, embarazadas y acceso para discapacitados, pero a medida que las personas se suben al metrobús y observan un puesto libre, lo utilizan sin importarles que alguna de estas personas esté de pie. Cuando el conductor les dice que se levanten, estos usuarios se enojan. Este medio fue testigo de eso.

La cola de los conductores

Por otra parte, todavía existen ciertas anomalías por parte de los conductores, como llevar pavos; aunque van vestidos con el mismo uniforme, algunos van parados al lado del conductor conversando y “elogiándose”, entre ellos. Otros van sentados en los puestos de las mujeres embarazadas.

La última de las irregularidades observadas por este medio fue cuando un metrobús, por esquivar una protesta, se pasó al paño contrario para avanzar, saltándose la isleta.

¿Dónde lo reporto?

Además, hay unidades que tienen fallas en los aires acondicionados, pues sorprenden con esos “culecos improvisados”, debido a los chorros o goteos que estos presentan. Muchas veces, los conductores solo se limitan a decir: “cámbiese de puesto”.

Este medio trató de obtener una versión de los representantes de Mi Bus, pero no respondieron.