
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Familiares de los jóvenes afirman que estos están detenidos injustamente.
David Canto: Mi hermano es un muchacho bueno y tranquilo.
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Familiares de los jóvenes afirman que estos están detenidos injustamente.
David Canto: Mi hermano es un muchacho bueno y tranquilo.
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Familiares de los jóvenes afirman que estos están detenidos injustamente.
David Canto: Mi hermano es un muchacho bueno y tranquilo.
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Familiares de los jóvenes afirman que estos están detenidos injustamente.
David Canto: Mi hermano es un muchacho bueno y tranquilo.
Juana Murillo espera ansiosa que su nieto Lorenzo Rivas sea liberado.
Familiares de los jóvenes afirman que estos están detenidos injustamente.
David Canto: Mi hermano es un muchacho bueno y tranquilo.
Sentada en una banquita de madera, bañada en lágrimas, en desasosiego y temiendo morir, estaba la abuela Juana Murillo, de 72 años, en espera de que el Ministerio Público le otorgue la libertad a su nieto Lorenzo Rivas, detenido hace 13 días por el supuesto robo de un celular BlackBerry y 123 dólares, durante una riña tumultuaria, en el distrito de Ocú, provincia de Herrera.
De igual manera, Saturnina Cruz, madre de Marcelino Gaitán Cruz, no para de llorar porque su hijo también fue involucrado en el caso. “Mi hijo es un muchacho que no le gusta buscar problemas, jamás ha caído preso y es muy trabajador. Actualmente labora con un americano en una finca, gana muy poco, pero trabaja para ayudar a comprar la comida en la casa”, dijo la madre.
Para Saturnina, lo que está aconteciendo es una injusticia. “Estamos juntando la platita, y estamos economizando para pagarle al abogado porque ese es un compromiso, somos muy pobres, pero vamos a sacar a nuestros hijos de la cárcel”, señaló.
Pero el que resultó más lastimado fue Lorenzo Rivas, de 27 años, quien después de 14 días de permanecer en la Cárcel de Chitré, una de las peores del país, fue llevado ayer a Medicatura Forens, debido a la búsqueda de información de este medio, pues Rivas presenta mareos y sangramiento por la nariz como consecuencia del fuerte golpe que recibió del policía de Frontera Alvis Barría, quien según los testigos, le pegó a traición y lo dejó inconsciente en el suelo.
“Ese día había mucha gente en el parque y lo pueden decir. Ninguno de los muchachos estaba haciendo nada malo, ellos estaban en el parque cuando todos vieron que llegó Barría y le pegó a Lorenzo”, dijo David Canto, hermano de este último.
“Esto viene de una vieja rencilla, cuando Lorenzo tenía 16 años (hace 11 años) y Barría era solo un agente policial”. “En aquel entonces, mi hermano fue interceptado por Barría mientras se encontraba en la fiesta de Santa Rosa en Ocú”. “Barría lo golpeó muy feo con el tolete y lo encerró en la sala de detención de la subestación de Ocú, de ahviene toda la rencilla de Barría en contra de mi hermano”, relató detalladamente David.
El capitán César Zambrano (separado), que es concuñado de Barría, fue el que correteó a Lorenzo hasta la casa y pateó la puerta de la vivienda de la abuela. “Le decía que lo iba a matar, le gritaba que saliera que lo iba a matar, todo el vecindario lo escuchó, ellos son testigos”, dijo Canto.
Este medio acudió a la Personería de Ocú para pedir información del caso, pero la personera del distrito, Rosa Durán, no quiso hablar en grabadora, aunque hizo ciertas explicaciones sobre su proceder en el caso. Esta funcionaria acogió la denuncia de los policías demandantes, que utilizaron como argumento el robo para implicar a cinco jóvenes, cuatro detenidos y uno prófugo, y el día domingo fue a laborar para ordenar la detención de los jóvenes.
Según los familiares y testigos del hecho, esto es una patraña de los dos policías que se inventaron un robo para hacer daño a los jóvenes. La comunidad de Ocú está asombrada de las actuaciones de las autoridades porque “todos sabemos que estos son muchachos sanos”, dijo Chavela Flores, moradora.
El expediente reposa en la Personería de Ocú, mientras que los abogados defensores están en espera del resultado de la apelación del “Habeas Corpus” por parte de los magistrados del Cuarto Distrito Judicial, que ya había sido denegado por el juez segundo penal.