El retorno del embajador de Venezuela a la capital panameña, Flavio Granados, retirado por Caracas al tener diferencias con la ex presidenta Mireya Moscoso, marcó ayer el inicio de la normalización de las relaciones bilaterales.
Granados se mostró bastante parco con la prensa que le abordó a su llegada al Aeropuerto Internacional de Tocumen, y se limitó a decir que "regresó contento".
Sin embargo, añadió que el lunes acudirá a la Cancillería, para hablar con el Canciller, Samuel Lewis Navarro.
En cuanto a si las relaciones entre Venezuela y Panamá mejorarán con el nuevo presidente Torrijos, Granados, de manera entusiasmada, dijo que "eso sí".
Granados señaló que "desde ya" se encarga de la diplomacia venezolana, y aclaró que él fue llamado el 27 de agosto por el presidente Hugo Chávez, por discrepancias surgidas a raíz de declaraciones de Moscoso.
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