Hay oportunidad de cambio. Gilberto Toro, Investigador Social, quien también difiere con el aumento de penas, expresó que no hay que olvidar que se trata de seres humanos que han crecido con carencias, por lo que su conducta es reparable. "Nuestros infractores son sociales, no son monstruos ni personas con trastornos psicóticos, son producto de carencias sociales; sólo es cuestión de ir llenando los vacíos que desde que fueron concebidos se empezaron a dar", dijo.
Destacó la responsabilidad de los adultos, que la mayoría de las veces se aprovechan de los beneficios legales de los menores y los convencen de cometer crímenes y delitos en su nombre.
"Esto no es asunto de aumento de penas, mi posición es más bien revisar el procedimiento. Aunque lo suban a cadena perpetua, si el procedimiento es malo, al día siguiente quedas libre. Le pueden poner 100 años y es como si no estuviera pasando nada", expresó.
Para Toro, primero hay que conocer cuál es el marco de toda esa marginidad para, entonces, saber la magnitud del trabajo por hacer. "Nosotros no hablamos de resocializar, porque cuando se nace marginal no estás participando en sociedad porque estás excluido, entonces no se puede resocializar al que no ha sido socializado", acotó.
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