Sin sorpresas, un McLaren-Mercedes ganó ayer el Gran Premio de Italia de Fórmula 1, pero no fue el de Kimi Raikkonen, sino el de Juan Pablo Montoya por delante del Renault de Fernando Alonso, quien podría proclamarse campeón del mundo el 11 de setiembre en Bélgica.

"Es genial ganar aquí en Monza, sobre todo en una carrera tan emocionante", declaró el colombiano, que partió en pole en el "templo de la velocidad" para la novena victoria de su carrera.

"Hice una buena salida y ataqué en las primeras vueltas para distanciarme de Alonso. Pero poco después empecé a sufrir y era muy difícil pilotar", añadió Montoya, que dominó la carrera de principio a fin aunque, a pocas vueltas de la llegada, tuvo problemas.

"Al final, tuve un gran problema con mi neumático trasero izquierdo. Me quedé con muy poca adherencia en las últimas vueltas y ya no podía atacar, pero terminé entrando en la meta como vencedor", añadió satisfecho.

Su compañero de equipo, Kimi Raikkonen, volvió a tener problemas que le obligaron a hacer una parada imprevista en boxes, arruinando su estrategia. Llegó cuarto y prácticamente se quedó fuera de la lucha por el título.

LENTOS

Ni Michael Schumacher ni Rubens Barrichello lograron meterse entre los primeros puestos.