Habitantes de comunidades donde se vende y consume bebidas fermentadas viven en pobreza extrema, padecen de cirrosis hepática y no tienen ánimos para trabajar.
Almeida Agrazal, corregidora de San Martín de Porres, de la ciudad de Santiago, ha sido designada por el alcalde del distrito de Santiago, Rubén Patiño Rodríguez, para realizar diversos operativos en otros corregimientos, donde se lucha para combatir el flagelo. Aseguró que "no se ha logrado erradicar del todo", pero los porcentajes de fabricación y consumo son ahora mínimos.
Se le ha declarado la guerra a este vicio que, aparte de lo clandestino, está desencadenando violentas trifulcas, actos inmorales que se fomentan en barriadas como Forestal, Cuvíbora, Punta Delgadita, San Martín y otras, producto de la ingesta de guarapo, chicha fuerte y hasta chirrisco.
La corregidora afirmó que ha realizado operativos en varios corregimientos que no son de su jurisdicción, pero por designación especial de la Alcaldía Municipal de Santiago, ha detectado casos en el que muchas personas han muerto, otros padecen cirrosis hepática, presumiblemente por el consumo constante de chirrisco.
PESADILLA
Destacó que otro de los problema que genera la fabricación de estas bebidas fermentadas es que los consumidores dejan de ser personas productivas y se convierten en una carga y pesadilla para la familia y la comunidad, ya que a diario hacen espectáculos ante la presencia de niños y se aumenta el problema de la violencia intrafamiliar.
La autoridad designada señaló también que como si fuese poco, empieza el aumento de la pobreza extrema, porque estas personas aparte de que no tienen recursos económicos para subsistir, abandonan sus familiares: niños, esposas, o esposos, y no trabajan, lo que crea nuevos problemas sociales en los distritos, corregimientos y comunidades donde hay todavía elevados niveles de fabricación y consumo de las embriagantes bebidas fermentadas.
ERRADICACION
Rubén Patiño, alcalde de Santiago, ha mostrado su enérgica oposición en contra de los fabricantes de las bebidas clandestinas y ha ordenado a los corregidores sancionar de forma ejemplar a quienes se dedican a la venta de guarapo chicha fuerte y chirrisco en el distrito cabecera.
AFECTADOS
Hay una realidad similar o peor en los distritos de Soná, Río de Jesús, La Mesa, Cañazas, Las Palmas, Calobre, Montijo, San Francisco, donde constantemente se presentan denuncias porque se presume que los niños y menores de edad ingieren estas bebidas alcohólicas clandestinas, lo que desde luego pone en riesgo la salud y el rendimiento escolar.
Para algunos denunciantes, los operativos de la Policía Nacional deben ir acompañados de la parte orientadora de los educadores de la comunidad, trabajadoras sociales y personal del Ministerio de Salud para que se promueva una campaña que ayude a muchas personas que están enfermas por el vicio del consumo de estas bebidas.
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