"Barriga llena, corazón contento". Era pasado el mediodía y en la cancha deportiva del CERJU, ubicada en el corregimiento Omar Torrijos, San Miguelito, se escuchaba una consigna: "Qué hay de nuevo" y otro grupo de niños respondía: "Viejo". La esférica de baloncesto seguía repicando...

Era un grupo de pequeños que había salido de almorzar del comedor en Santa Librada. A esta bendición ellos le llaman "refinar". Entre ellos estaba Ariel Igualá, quien por mostrarse hiperactivo saltó al paso para expresar los alimentos que allí recibe él y sus amigos. Confesó que muchas veces, si en su casa no hay qué comer, al menos en el comedor siempre encuentra "su pan bendito".

A lo interno de la cocina encontramos a Magally Smith, quien es encargada de preparar y organizar los alimentos del día. "Nadie se va de aquí con un problema de indigestión, pues se les da alimentos frescos", expresó.

LA AYUDA

Por su parte, Yoira de Otman, administradora del local, dijo que son entre 40 y 50 niños los que llegan para recibir los alimentos. Detalló que hay distintos horarios para almorzar, ya que algunos lo hacen al salir de la escuela y otros pasan antes de asistir a clases.

DIAaDIA conoció que hasta las madres humildes de la comunidad acuden esporádicamente a este comedor. "Hemos notado que por esta situación de pobreza, los hermanos mayores se salen de la escuela para darle la oportunidad a sus hermanitos", relató.

La situación en algunas familias es tan precaria que de acuerdo a estudios socioeconómicos realizados en la Junta Comunal, hay casos de niños que se retiran de las escuelas por no tener qué comer, por lo que el comedor se ha convertido en la punta de lanza contra la deserción de más alumnos.

PREOCUPANTE

Hay familias enteras que acuden al comedor ubicado en el Centro Recreativo Juvenil (CERJU), en Santa Librada.