
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Lujosos autos corren por la Cinta Costera.
Foto: ROBERTO BARRIOS
El psiquiatra Gaspar Da Acosta manifestó que los juegos y el deporte proporcionan placer, generan endorfinas que son neurotransmisores que le da la sensación al individuo de satisfacción mientras corre. El doctor Da Acosta explicó que a las personas que les gusta el deporte extremo no son diferentes a las demás, simplemente que le gusta la emoción que esto provoca. Es como cualquiera profesión que desarrollan algunas personas, les gusta la parte pasiva y a otras la activa. Explicó que no son personas contrafóbicas ( que buscan situaciones de peligro y las disfrutan).
El galeno recomendó que en el país se creen espacios para estos tipos de carreras, que les agradan a algunos jóvenes y adultos. Así de esta manera no correrían de manera clandestinas en las avenidas utilizadas por personas que no participan de este deporte. Agregó que algunos jóvenes les gusta el deporte extremo, porque se creen omnipotente, por su juventud no le temen a nada.
DIAaDIA, mientras observaba como se organizaban los jóvenes conductores, notó que comienzan su carrera sin importar cuánto carro aún se encuentren transitando en la vía, entre ellos se dan la señal, encendiendo su intermitente para dar el aviso de arranque, quedando terceros vehículos en medio de la mortal carrera.