Francia e Italia reeditarán hoy la final del Mundial de Alemania, dos meses después del triunfo "azzurro" en Berlín, en un encuentro importante para las opciones de ambos equipos de clasificarse para la Eurocopa de 2008.
Será difícil para ambas escuadras abstraerse de lo sucedido en el Olímpico berlinés, complicado pasar página para los transalpinos y también digerir su derrota más amarga para los galos.
Los 22 jugadores que salten al césped vivieron "in situ" aquella final que planearán en el encuentro de mañana, pese a que los protagonistas involuntarios del choque, Zizou y Materazzi, estarán ausentes. Tampoco estará, por una lesión, David Trezeguet, el hombre que envió a las nubes el penalti francés.
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