La selección francesa empató ayer 1-1 frente a Rumania, con un gol en propia meta, dejando escapar así dos puntos cruciales en su campaña por la clasificación para el Mundial de Sudáfrica.
El barcelonista y capitán de la selección francesa, Thierry Henry, adelantó el marcador en el minuto 48 pero, tan sólo siete minutos después, su compañero, el sevillista Julien Escudé firmó el empate final con un tanto en propia meta.
Pese a que tuvieron muchas más ocasiones de gol, los "bleus" se fueron al descanso con empate a cero y no lograron remontar el empate en la segunda parte.
El seleccionador francés, Raymond Domenech, fue recibido y despedido con abucheos.