Son reflejos de lo que pasa en casa


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Ofelia sabe que su hijo raptado está muerto, pero alberga la esperanza de darle cristiana sepultura. Fotos: ROBERTO BARRIOS

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    Ofelia sabe que su hijo raptado está muerto, pero alberga la esperanza de darle cristiana sepultura. Fotos: ROBERTO BARRIOS

  • Son reflejos de lo que pasa en casa

    La casa en donde fueron criados.

  • Son reflejos de lo que pasa en casa

    La abuela Felipa observa la foto de Gordo.

  • Son reflejos de lo que pasa en casa

    El día del homicidio que fue cerca de su casa.

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    El día del homicidio que fue cerca de su casa.

Carolina Sánchez P. - DIAaDIA

Víctimas de hogares desintegrados. En los últimos meses, son diversos los casos en los que los menores de edad han sido asesinados de múltiples tiros. Generalmente, los protagonistas de estos casos vienen de hogares desintegrados o donde hay violencia doméstica o algunos de sus padres ha fallecido.

Tal es el caso de un menor de 16 años, quien fue asesinado de varios impactos en Arraiján; Antonio Vásquez De Gracia, de 17 años, murió de dos impactos de bala cuando estaba en Las Lajas, y Fernando De León Palacios, de 12 años, fue hallado muerto, de cinco tiros con arma nueve milímetros, en el Corredor Norte.

El caso más reciente es el de Rubén Gerardo Olivares Piedra, de 14 años, alias “Pacorita”, quien fue asesinado de cuatro tiros en la cabeza, la noche del domingo.

Fue su madre Ofelia Piedra, quien expresó que se ha armado de valor a través de la búsqueda de Dios para enfrentar ese difícil momento, y el secuestro hace siete meses de Ángel Rubén Olivares, de 14 años, alias “Gordo”, mello de Pacorita.

Ofelia expresó que jamás olvidará cuando le dieron la noticia de que daría a luz a unos mellos, pero que a la vez que ellos fueron creciendo, tuvo que soportar, por 10 años, malos tratos y golpizas del papá de ellos. “Un buen día me separé de él y decidí trabajar para mantener a mis hijos y quizás fue en ese tiempo que los descuidé”, aseguró la dolida madre.

Pacorita solo cursó hasta el tercer grado de la escuela primaria y su hermano Gordo hasta cuarto grado.

La tarde del domingo, Pacorita tenía $25.00 y fue a comprar ropa nueva, una vez regresó a su casa, se bañó, se vistió para luego salir, y cuando estaba en el sector #2 de Samaria, fue asesinado por un menor de edad y un adulto. El adolescente fue detenido bajo investigación.

Familiares de ambos menores de edad reconocen que los dos adolescentes se dejaron llevar por la presión de grupo y de las bandas. “En diversas ocasiones, les hablé de que buscaran de Dios y se alejaran de esas malas movidas, pero ellos decían que era muy tarde para salir de esa vida”, aseguró uno de los tíos.

Fue con la muerte de un hijastro de José María Infansón “Media Luna”, cuando se dio a conocer la fama de Pacorita al atribuírsele ese hecho, de igual forma que otros homicidios en Samaria, en donde no se comprobó relación directa con el hecho.

Ofelia manifestó que aún pide a las autoridades que busquen a las personas que mataron y asesinaron a su hijo Ángel Rubén, pues las tres personas involucradas en el caso están libres.

Ella manifestó que su hijo tenía dos meses de andar sin arma de fuego y que dejaba todo en manos de Dios. Además, que acudía a Hosanna para pedir que el Señor guiara su camino, y le daba gracias por la buena noticia. Ahora, la familia deja todo en manos de Dios, pues temen por la vida del resto de la familia.

Necesitan ayuda

Gaspar Da Costa, médico psiquiatra, informó que esta familia necesita apoyo de las entidades del Gobierno. Además, que la situación en la que están involucrados los jóvenes es una responsabilidad de la familia, la comunidad, del Gobierno y el Estado. En estos barrios populosos no hay áreas recreativas ni otras opciones para no caer en las pandillas.

Para el sociólogo Marcos Gandásegui el respeto por la vida se ha perdido y muchas veces la desintegración familiar es la causante número uno para que esta situación suceda. También culpó las leyes panameñas, pues favorecen estas irregularidades.

Recomendó al gobierno cambiar las políticas en cuanto a la creación de leyes para la formación de la juventud y que todos los panameños tengan una oportunidad de trabajo para mantenerse económicamente.

 
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