Un merecido y gran reconocimiento para dos jóvenes que han trabajado por una niñez mejor.
Todo esfuerzo trae consigo frutos, y ese es el caso de Carlos Mosquera y Luis Gálvez, quienes han sido bendecidos con un gran don: el de enseñar a los niños.
"Dios me ha encaminado a trabajar por la niñez. Desde los trece años he trabajado con los niños de Curundú, enseñando lo poquito que sabía de béisbol y tú ves los resultados hoy en día. Mientras que Dios me dé oportunidad de levantarme de una silla y enseñar béisbol, lo seguiré haciendo", dijo Mosquera.
Mosquera y Gálvez, ambos estuvieron tres años sin trabajo y aún recuerdan la llamada de Aníbal Reluz para pasar por la dirección del INDE, en donde les plantearon su nuevo rol en el deporte nacional y aceptaron de inmediato.
"Era la oportunidad que estábamos deseando, porque además de ser instructores de Pequeñas Ligas, somos padres de familia y no podemos llegar a la casa y poner una pelota en paila y comerla", dijo.
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