Palacios escribe décimas, piezas típicas y toca instrumentos de percusión, guitarra y violín. (Foto: Hermes González / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
A pocos metros de distancia, sigilosamente un custodio le seguía los pasos a Wilfredo Palacios Batista, quien hace nueve años está detenido.
Se encuentra recluido en el Centro Penitenciario La Joya, donde ha tenido que aprender a sobrevivir, luchar contra el sistema, para lograr una verdadera resocialización.
"Hay quejas de algunos internos que los tratan mal, pero desde que yo estoy aquí, el 29 de septiembre de 1999, he recibido ayuda psicológica de trabajo social para resocializarme", expresó. Y es que asegura sentir un cambio en su conducta, esa misma que años atrás, lo llevó a cometer un homicidio.
"Ahora es cuando me doy cuenta del valor de los demás, del mío y de mi familia", dijo.
HACE COSAS BUENAS
Palacios, de 40 años, es oriundo de Atalaya de Veraguas y cuenta que un año después de haber llegado a La Joya, representó al centro en un festival de folclor. Con esto ha tenido la oportunidad de seguir practicando y superándose, por lo que ha sido escogido para otras presentaciones como cantante de décima.
"He tenido oportunidad en esto, gracias al cambio, si no, estuviera estancado todavía". Agregó que su familia lo apoya, aunque esté en prisión, pero les es difícil visitarlo por la distancia y las necesidades que hay en su natal Atalaya.
La vida en prisión es difícil, pero allí también se encuentran amigos y, afortunadamente, la familia de uno de los internos, que está a punto de salir, le obsequió a Palacios un terreno de tres hectáreas, para que cuando salga de prisión pueda tener dónde trabajar.
"Ya firmé los papeles, sólo falta que se me acredite como dueño del terreno. Con eso, cambió mi visión para el trabajo", dijo esperanzado.
"Nunca imaginé estar detenido, ignoraba que la violencia y desobedecer los consejos iba a traerme como consecuencia 20 años en prisión y todo por no oír a nadie", culminó.
CONDENA
Palacios fue condenado a 20 años de prisión, le faltan 11 años para terminar de pagar su pena.