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El periodismo era su destino
Cada vez que sale a una cobertura piensa en su pequeño, Gabriel Antonio. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)

Marcia Tuñón | DIAaDIA

Desde niña siempre fue muy despierta, sus padres y maestros decían que era libre como una paloma, pues participaba de todos los eventos en la escuela, sin embargo no era una pequeña aplicada. Su papá tenía que darle unas rejeras para que hiciera las tareas, eran las 10 de la noche y la jovencita aún no llegaba de jugar.

Pero cuando se hablaba de recitar, cantar o actuar en obras de teatro, ahí sí ganaba un cinco redondo, no le daba pena pararse en público y dar un discurso, mucho menos protestar en la calle; siempre era la vocera del grupo, y así fue hasta que salió de la secundaria, nadie la pudo cambiar.

Pasada la invasión (1989) inicia sus estudios superiores, pero antes de inscribirse le dice a su papá: "sabes qué, no he decidido qué es lo que voy a estudiar, por lo tanto voy a tomar un año para pensar y decidir". Finalizado el tiempo opta por estudiar Publicidad.

Es así, como ingresa a la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá, pero cuando llega el primer día de clases resulta que el destino le había preparado el camino que la llevaría al éxito, el Periodismo. Sí, a su llegada se percata de que no aparece en la lista de los estudiantes de publicidad, sino en la de periodismo. Molesta, se acerca donde el profesor Hipólito Donoso, Decano de la Facultad para ese entonces y le expresa su situación. Como solución, él le responde: "convalidas las materias faltantes después". Tres meses después de estar en la Carrera de Periodismo se da cuenta de que eso era lo que quería hacer el resto de su vida. Hoy, después de 16 años, Castalia Pascual, reportera de Televisora Nacional, S.A. (TVN) no se arrepiente de ejercer una de las profesiones más hermosas y dedicadas de su patria.

Actualmente es una de las periodistas más reconocidas en el país por su excelente labor en los medios radiales y televisivos, adjuntado a su valentía de querer retar a lo que se le presente en su camino. Castalia se convierte hoy en nuestra estrella invitada en el especial "Curiosidades del Chollywood".

Desde el momento en que la llamamos para robarle unos minutos de su apretada agenda y conocer algo de su historia, muy amablemente nos dijo que sí, sólo que teníamos que madrugar, ya que ella vive en Don Bosco y debía cumplir con sus responsabilidades a la 9:00 de la mañana. Al día siguiente, después de pasar algunos páramos, por fin llegamos a Don Bosco.

Allí nos esperaba el ángel de Castalia, Gabriel Antonio, su bebé de año y medio, para darnos la bienvenida con un "chotín" para el chofer y el fotógrafo, y así fue como entramos a la sala de su humilde casa. Acelerada de un lado al otro, Castalia, sin maquillaje y sin peinarse, nos dice: "Pasen a mi humilde hogar, ¿desean algo de beber?". Para no abusar aceptamos un jugo los tres y tomamos asiento.

Indecisa de su vestuario nos pregunta: "¿Estoy bien así o me cambio?, ¿me recojo el cabello o me lo dejo suelto...?". Los caballeros respondieron de inmediato: "Te ves bien así". Mientras eso sucedía, por otro lado, Gabriel Antonio no dejaba de posar para nuestro lente con una sonrisa tan hermosa, que daban ganas de comérselo a besos, mientras que el papá estaba pendiente de lo que hacía.

Después de tanta preocupación, Castalia toma el bebé y se sienta en la silla del comedor que estaba junto a mí, e inicia una conversación que nos llevaría a conocer la historia de su vida.

DEJA EL INTERIOR

"Abandonar mi pueblo, mi familia y el río Zaratí donde todo los días me bañaba no fue nada fácil, fue un golpe muy duro para mí. Tanto así, que todavía no me acostumbro a la ciudad. Me cuesta mucho, porque vengo del seno de una familia humilde, pero muy unida. Papá es plomero y mamá enfermera, ambos con muchísimo sacrificio me alquilaron un apartamento compartido para que realizara mi sueño", nos dijo. Castalia supo aprovechar la oportunidad, porque años más tarde logró con muchísimo éxito sus anhelos desde el primer momento que empezó a trabajar como comunicadora.

SUS INICIOS

Estando en primer año de la universidad y con sólo 19 años, comienza a laborar en la emisora La Exitosa, donde estuvo por poco tiempo. Buscando superación, llega a Radio Hogar, ese lugar fue como su escuelita para adquirir conocimientos y experiencias; compartió con ellos por muchos años, hasta que aparece KW Continente y por muy poco tiempo le brinda la oportunidad de conocer nuevas cosas.

Un buen día, gracias a las recomendaciones de Rafael Berrocal llega a RPC Radio, pues a él le habían ofrecido el puesto, pero prefirió decir: "Sabes qué, yo no sirvo para radio, pero tengo una buena muchacha que te puede ayudar muy bien". Y es así, como de RPC Radio pasó a RPC televisión. "Allí fue donde realmente me formé como periodista de televisión".

"Recuerdo cómo Atenógenes Rodríguez me decía: 'Ahora no vas a andar sin maquillaje y sin peinarte frente a las cámaras, la televisión no es la radio'. Él sabía que no me gustaba hacer ninguna de las dos cosas", comentó reída. Fueron casi ocho años dedicada en cuerpo y alma a ese medio, donde aún conserva buenos compañeros y gratos recuerdos, comenta.

Actualmente está en Televisora Nacional, S.A. (TVN) donde tiene un año y tres meses de compartir con esta gran familia y nos explica que gracias a Dios no ha tenido ningún problema; se siente muy feliz de estar allí, pues el ambiente es muy agradable, se trabaja en equipo y hay mucha libertad de plantear temas e investigar sin ningún tipo de contratiempo. "Me siento muy satisfecha con el trabajo que he realizado, sobre todo con TVN investiga", dijo.

A pesar de que el periodismo es un trabajo muy sacrificado, arriesgado y dedicado, Castalia siempre trata de disfrutar de su familia al 100%, ya sea en Toro Bravo, el pueblo de sus abuelos y de su mamá, ubicado en La Pintada, Coclé, o en cualquier lugar de la ciudad.

ANECDOTA

Nuestra conversación estaba en el mejor momento, cuando la periodista decidió compartir algunas anécdotas. "Nunca se me olvida una anécdota muy curiosa que viví cuando llegué por primera vez a la capital. Resulta que tenía que tomar un bus de la 24 de Diciembre, entonces me pasé como dos horas en la parada esperando que pasara un bus de Navidad y al final me da por preguntarle a un señor: 'oiga por aquí no pasan los buses de Navidad'. Él me responde: ¿de Navidad?, aquí no existe esa ruta, ¿no será la 24 de Diciembre? ¡Jajaja!, en serio, eso me pasó", expresó aún apenada.

Pero esa no es la única experiencia que guarda en su cajita de los recuerdos, también conserva una de cuando fue a Darién a hacer un reportaje sobre la guerrilla. Para su sorpresa, cuando llega al lugar se encuentra que aún había 10 guerrilleros en el área. Lo primero que se le vino a la mente fue su hijo, Gabriel Antonio, así que ella sin pensarlo dos veces tomó imágenes de lo que pudo y se retiró del territorio y nunca habló de los hechos en el reportaje. De regreso a la ciudad, no hizo ningún comentario al respecto, por miedo a que la mandaran para atrás.

Sin embargo, la vivencia más difícil que guarda en sus recuerdos como si fuera ayer, es la muerte de la señora Viodelda Brenes de Amaya, quien murió frente a sus ojos y las cámaras de TVN, mientras la entrevistaba y ella se quejaba de la mala atención en la Policlínica de Arraiján, porque no daba el servicio 24 horas. Cuenta que en medio de sus palabras, a la señora le dio un paro y muere en plena entrevista. "Jamás olvidaré la imagen de esa señora en los últimos minutos de su vida, pero gracias a Dios, hoy hay atención 24 horas en esa policlínica", nos comentaba Castalia aún dolida.

FAMILIA

La historia de amor de Castalia no fue como la de Cenicienta, sino como una chica normal universitaria que iba en un bus y entabló conversación con un joven, que resultó estar en la misma facultad donde ella estudiaba y vivir en la misma barriada. Una vez enterada de la casualidad, la conversación tomó mayor fuerza, tanto así, que iniciaron una relación que duró seis largos años, hasta que un día le dice a su novio Gabriel: "Han pasado seis años y esos noviazgos muy largos al final no quedan en nada, así que nos casamos o nos dejamos". Luego de esas sinceras y fuertes palabras, Gabriel se amarra los pantalones y decide llevarla al altar para hacerla su esposa y madre de su pequeño Gabriel Antonio, a quien le dio la bienvenida un 13 de enero de 2007. Con su llegada, Castalia empieza a ver la vida de otra manera, considerando siempre en primer lugar y antes que todo, a su pequeño.

PROYECTOS

"Adoro tanto el interior, que entre mis planes futuros, no muy lejanos, está regresar al interior; me gustaría que mi hijo creciera allá, pues la ciudad ha cambiado mucho. Sueño con formar un noticiero regional, sobre todo, radial completo, con todas las noticias no sólo de Coclé, sino de otras provincias, para que el periodismo en el interior vaya tomando fuerza".

A sus 36 años edad y con 16 de experiencia nos dice: "Esta es una carrera que no te hace rico, el periodista que dice que lleva una vida de rico es mentira; esta profesión, como dice Gabriel García Márquez, "es la manera más divertida de ser pobre". La gente se asombra cuando me ve en un bus, pero yo les digo: los periodistas somos igual de pobres que una persona normal, sólo que famosos", manifestó.

Antes de despedirse, hizo una reflexión: "Siempre debes tener claro que el periodismo no te va a hacer rica, sino que le vas a servir a tu comunidad y eres un elemento muy importante para la sociedad".

Amigos, ¿saben qué? Castalia Pascual es una mujer fuerte, luchadora, pero sobre todo, con un don de gente impresionante. ¡Hasta la próxima!





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