
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Su situación en que viven es muy precaria y triste.Foto: ROBERTO BARRIOS
Y es que desde que esta señora de 38 años, dio a luz pese a padecer de cáncer cervicouterino, ha salido adelante con sus pequeños, pero su extrema condición la ha sumido en muchas depresiones.
Mejor, pero preocupada
Afortunadamente desde que dio a luz, su estado de salud ha mejorado, los doctores le han dado cita médica cada tres meses. Sin embargo el dinero no les alcanza. Su pareja, el único sustento en su familia, gana poco en el Mercado de Abastos. Uno de los 12 hijos tiene una fuerte infección en su piel, grandes granos rodean su cuello, brazos y rostro quitando el brillo y frescura que tanto la caracterizaba.
A causa de los problemas económicos parte de los infantes no asisten a la escuela.
Desnutrición
La barriga de los niños más pequeños de esta humilde mujer se encuentran hinchadas a causa de la desnutrición que los aqueja. Eran cerca de la 1:00 p.m. cuando el equipo de DIAaDIA llegó a la casa de Rosario, ninguno de los 12 hijos y nietos de esta mujer había desayunado, sus ojitos llenos de tristeza miraban con ansias la crema que estaba en la estufa, era lo único que tenían para alimentarse.
Entre cuatro paredes, 12 seres humanos apoyan sus cuerpos en la rústica y húmeda madera que hace de cama, carentes de sabanas y de almohadas, el frío de la noche hace su descanso tedioso, en las mañanas sus dolores musculares no se hacen esperar.