Lo que el viento se llevó. No hablamos de la película, sino del techo de la Escuela Cerro Miel de Muná, en la comarca Ngöbe Buglé, del que sólo quedó la mitad, luego que fuera azotado por un fuerte vendaval. Desde el pasado 5 de febrero no pueden usar los salones.

Aunque parezca increíble, el Ministerio de Educación (MEDUCA) no ha hecho nada por reparar el plantel, a pesar de las múltiples peticiones del director de la escuela, el profesor Orlando Salinas.

Además de llevarse el techo, los fuertes vientos rajaron las paredes de la escuela, lo que preocupa a los maestros, pues temen que la estructura se desplome y pueda provocar una tragedia.

El docente aseguró que ha hecho todos los trámites con el MEDUCA en David y en la ciudad capital, pero todo ha sido en vano, porque a la fecha, los niños siguen recibiendo clases en ranchos improvisados.

Lo único que han obtenido de la institución ha sido un zinc de tercera mano que lo utilizaron para las divisiones de los improvisados salones.

En tanto, los niños, en medio de la inocencia, usan las carriolas del techo como pupitres. Mientras que otros alumnos usan un salón cuyo techo es una lona azul.

Mientras el MEDUCA se decide a dar una solución al problema 11 maestros y 200 estudiantes seguirán dando clases en aulas ranchos.

No se pudo obtener una respuesta del MEDUCA.

NUEVA

Los padres de familia, los estudiantes y los maestros exigen que se construya una escuela nueva.