Una vez más demostramos que el fútbol nacional sigue escalando peldaños. El desempeño de los jugadores de la selección mayor de fútbol, en el encuentro ante los Estados Unidos, merece un gran reconocimiento y debe ser motivo de orgullo para todos y cada uno de los panameños.
Los muchachos jugaron con el corazón, de eso no cabe duda. Desafortunadamente, esta vez la suerte no estuvo de nuestra parte, sino de los gringos, pero así es el fútbol, cualquier parpadeo puede ser costoso y eso, precisamente, fue lo que ocurrió.
Los jugadores se concentraron más en la algarabía que mantenía la fanaticada en el estadio, la que ya saboreaba y celebraba el triunfo, que en lo que sucedía en el propio terreno de juego.
Para mala suerte de nosotros, esos breves instantes de desconcentración costaron caro.... El "Tío Sam" consiguió el gol de la igualdad, resultado que se convirtió en un "empate agridulce", como lo expresó el propio capitán del onceno nacional, Julio César Dely Valdés.
Pero... independientemente del resultado, cabe resaltar que lo que ustedes hicieron el miércoles en la noche chicos, sinceramente es algo digno de elogiar. Ahora, sólo resta felicitarlos, pero a su vez instarlos para que no claudiquen y sigan preparándose.
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