Un joven le preguntó a su profesor sobre la palabra proactividad, y sobre cómo influye en el desempeño del trabajo; a lo que el docente le respondió con un ejemplo: Un empleado necesitaba que su jefe le concediera un aumento de sueldo; así que va hacia la oficina del gerente, toca la puerta, pasa y dice: ‘jefe, buenos días, vengo a solicitarle un aumento de sueldo, ya que vengo trabajando ya varios años en la empresa y hasta ahora no se me ha aumentado el sueldo’. Ante esta situación, el gerente dice a Juan: Juan, para conversar sobre tu aumento te pido por favor que vayas a la tienda que está al frente y compres unas naranjas sin semilla. Juan va, entonces, al mandado que su jefe le había ordenado, regresa y dice: "jefe, no hay naranjas sin semilla". El jefe le pregunta: "¿Es que no había otra fruta que reemplazara lo que pedí?". Juan respondió: "No, como usted no me lo pidió, no pregunté".

El gerente llama a otro de sus empleados y le ordena lo mismo, éste va a la tienda. Al regresar, le dice al jefe que no había naranjas, pero sí otras frutas, como manzanas, mandarinas, plátanos, ciruelas, uvas y demás. Juan, al ver y escuchar esta situación, se dio cuenta de que no estaba en condiciones de pedir un aumento, ya que él no podía competir con el otro empleado.

Esto nos enseña que en la vida no estamos solos, y que siempre hay que superarnos y capacitarnos para poder enfrentar nuevos retos empresariales.