La carrera del Gran Premio de Italia tuvo que ser detenida en la tercera vuelta, tras el accidente sufrido por el británico David Coulthard (RBR Renault) al salirse de la pista en la Curva Grande.

Parte del alerón trasero del coche de Coulthard se desintegró, el piloto no pudo controlar el coche y siguió directo hasta estrellarse contra las protecciones.

Coulthard salió por su propio pie, pero el director de carrera sacó a la pista el coche de seguridad para poder limpiar la pista y retirar el coche de Coulthard.