Su mirada se elevó al cielo, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. En ese momento, Denis Batalla inundó de alegría el gimnasio de la Universidad Santa María La Antigua (USMA), y es que la promesa que una vez le hizo a su difunto padre, ya era una realidad: la medalla de oro.
UNA HISTORIA DE DOLOR
Era el 30 de enero de 2006. Recuerda Denis Batalla que estaba entrenando para el Abierto de Estados Unidos de Taekwondo, cuando recibió la llamada de su madre para informarle que su principal inspiración, su padre Jorge March, tenía muchos dolores estomacales.
"Yo abandoné la práctica en el Centro de Alto Rendimiento de Taekwondo y me reuní con mi mamá en su trabajo, para llevar a mi papá al hospital. Ese día le dieron de alta y sólo le dijeron a mi papá que todo se debió a que había comido muy tarde y que los gases lo habían afectado", dijo con voz quebrantada el atleta panameño, desde su residencia en Las Praderas de San Antonio.
De repente, un silencio de tres segundos se apoderó de la entrevista. Denis volvió a tomar fuerzas para contar el momento trágico de su vida.
"En la noche mi papá se puso mal y lo llevamos, inmediatamente, al hospital. Todo fue en vano, porque mi papá había muerto en horas de la madrugada, producto de un derrame cerebral", precisó.
Aquel golpe fue letal para Denis Batalla y para el deporte que él amaba con todo el corazón.
"Pensé en abandonarlo todo. Mi padre fue quien me llevó a practicar el taekwondo cuando yo apenas tenía 10 años de edad y, en ese momento de su muerte, pensé que ya no tenía apoyo. Es cierto que estaba mi madre, pero no era lo mismo, porque mi padre era el que siempre me apoyaba", expresó.
DIFICIL CAMINO
El Abierto de Estados Unidos de Taekwondo estaba a la vuelta de la esquina. Pero ya Denis había hablado con su madre de que no iba a participar, porque no podía superar el dolor de la pérdida de su padre.
"En ese momento, mi madre me aconsejó. Ella me dijo que esa decisión no le iba a gustar a mi padre, porque él siempre estaba pendiente de mi carrera como deportista. Fue ahí que tomé fuerzas para luchar por él y conquistar la medalla de oro en el Abierto Norteamericano", comentó.
Mientras abrazaba con fuerzas un cuadro en el que reposaba una foto de su difunto padre, Denis habló sobre la competencia en tierras estadounidenses, específicamente en Dallas, Texas.
"Para mí no fue nada fácil esta competencia, porque no conquisté la medalla de oro para mi padre. Al final terminé con una presea de bronce, debido a una lesión que sufrí en el muslo", declaró.
ORO CELESTIAL
A pesar de haber fallado en su primer intento, Denis Batalla nunca bajó la mirada. Tomó, nuevamente, fuerzas para entrenar el doble en el Centro de Alto Rendimiento de Taekwondo, para así tratar de cumplir aquella promesa de oro puro que le había hecho a su padre, pero ahora en los XI Juegos Deportivos Estudiantiles Centroamericanos CODICADER Panamá 2006.
"Nada ni nadie me iba a impedir que conquistara el oro para mi padre en estos juegos estudiantiles. Yo entrenaba fuerte de lunes a sábados, y es que no me podía dar el lujo de volver a fallar", dijo.
Así llegó el día de la competencia. En la primera ronda, un atleta de Honduras le salió al paso a Batalla, en la categoría de 68 kilogramos.
"Gané fácil 5 por 2. Luego, me enfrenté a un atleta de Nicaragua y lo despaché por nocaut técnico en el segundo asalto. Pero antes de que se acabara la competencia, el nicaragüense me golpeó la boca con una patada cuando estaba en el suelo y por poco no peleo la final", comentó.
En ese momento, el dolor pasó a segundo plano para Denis Batalla. Y es que él era consciente de que sólo un atleta de Guatemala lo separaba de cumplir aquella promesa, que con mucho amor le había hecho a su padre.
"Nada ni nadie me podía impedir que ganara en ese momento la medalla de oro. Al final, mi padre me llevó a ganar la medalla de oro 4 por 0. Fue un momento de mucha alegría, que recordaré el resto de mi vida", enfatizó.
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