"Eran como las 7: 20 a.m. del 9 de septiembre de 2001. Nos sentamos a desayunar y prendimos la tele, enseñaban lo que se pensaba era un fuego en una de las torres; de la nada salió un avión y se estrelló contra la segunda torre. No lo podíamos creer, ante nuestros ojos, en tiempo real, pasó una desgracia semejante; los mismos locutores estaban consternados", contó Laura, una panameña residente en Estados Unidos.
Aunque han pasado ya 5 años desde aquél fatídico día, el mundo entero recuerda como si fuera ayer lo ocurrido. La seguridad, en todos sus sentidos, cambió. La desconfianza se apoderó de las personas.
María Vieites tiene 30 años de trabajar como aeromoza en Copa Airlines. Ella contó que a raíz de los eventos del 9/11, los viajes y el comportamiento de las personas en sí no han cambiado, pero la seguridad sí. Antes de este evento la tripulación no pasaba revisión de seguridad; pero ahora son sometidos al mismo procedimiento que los pasajeros. Para la tripulación, todos los pasajeros son iguales, pero si alguno de ellos es del Medio Oriente, se trata de que toda la tripulación esté informada de ello.
ALIVIO AL TEMOR
Las secuelas son la realidad de los estadounidenses. Geraldine Emiliani, psicóloga, expresó que todo país debe estar preparado para superar un evento como éste. Quienes vivieron el 9/11 sufren de una condición que se llama estrés post-traumático. "La angustia y el temor quedan para toda la vida; sin embargo, las personas deben buscar ayuda sicológica, pues se puede aliviar", explicó.
SECUELAS
Muchos de los sobrevivientes padecen enfermedades respiratorias, producto de las toxinas del polvo de las torres.
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