Todo indica que fue un accidente por descuido de los padres. Una niña de seis meses de nacida murió, aparentemente, cuando se enredó entre los hilos que su madre le había amarrado a su cuerpo para que no se alejara de la cama. Ericka Carrasco Franco, de Cerro Viejo, en Soloy, se ahorcó, quizá por un descuido, puesto que estaba sola en la cama.
A Víctor Morán, abuelo de la niña, le tocó retirar el cadáver de la morgue judicial. Muy triste dijo que en esa área es común amarrar a los niños para evitar accidentes, porque quieren dar vueltas por toda la casa.