Nutrición

El azúcar en la dieta


Zulay Espinosa V. -

De acuerdo con la doctora venezolana Marianella Herrera, especialista en Nutrición y Presidenta de la Sociedad Científica Venezolana de Obesología, “de todos los alimentos que componen la dieta de una persona, ninguno puede ser considerado como el único culpable de la obesidad. Al igual que todos los alimentos, el azúcar tiene un papel en la dieta y, consumiéndolo dentro de los límites adecuados, puede formar parte de una alimentación equilibrada”.

La especialista añade que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria señala que la ingesta diaria recomendada de azúcares totales (azúcares agregados y naturales) para un adulto sano es de 90 gramos de azúcar al día equivalente a 360 calorías (1 cucharadita de azúcar de 4 gramos es la cantidad referida), esto con base en una dieta de 2000 calorías.

De acuerdo con la experta, los carbohidratos o azúcares se clasifican como simples o complejos.

Los azúcares simples están compuestos por una unidad de azúcar (monosacáridos, como la fructosa o glucosa) o por dos unidades de azúcar (disacáridos, como la lactosa o sacarosa), son una buena fuente de energía y se encuentran en forma natural en alimentos como las frutas, la leche y sus derivados, al igual que en azúcares procesados y refinados como los dulces, el azúcar común, los almíbares y las bebidas gaseosas.

Los azúcares complejos (polisacáridos, se encuentran en panes, cereales, vegetales ricos en almidón) tienen tres o más unidades de azúcar y a diferencia de los azúcares simples, estos se descomponen de manera más lenta en el cuerpo permitiendo que el azúcar en la sangre aumente de manera gradual.

Mitos asociados con la obesidad

Uno de ellos es que el azúcar, por sí solo, es el culpable de esta epidemia. Sin embargo, según un estudio científico publicado en marzo de 2012 en la revista Nutrition, el consumo energético total es el principal contribuyente del aumento de peso.

El estudio tomó la información de dos Encuestas de Nutrición y Salud Nacional de Estados Unidos, realizadas entre 1971 y 1994. De hecho, el estudio encontró que, en un segmento de la población, aunque hubo disminución del consumo de azúcar, los índices de obesidad siguieron creciendo, lo que demuestra que no existe una relación causal entre azúcar y obesidad.

De acuerdo con el estudio, a pesar de un incremento en los índices de obesidad en Estados Unidos durante los años investigados, el aporte de los azúcares al consumo total de carbohidratos disminuyó en los subgrupos de 1 a 19 años. Asimismo, la contribución de los azúcares agregados al consumo energético total no cambió.

De acuerdo con la Dra. Marianella Herrera, especialista en Nutrición, “el estudio es interesante porque se evidencia que el azúcar no es el principal contribuyente al incremento del índice de masa corporal”.