Tiempo. ¿O debiera decir “puntualidad”? Es un tema que también va de la mano con el que en semanas pasadas compartíamos: la educación. Y claro, en ello, los valores. Y es que en Panamá estamos tan acostumbrados a hacer de las cosas nuestras excusas y justificaciones para faltar a las normas éticas.
No puede ser que determinamos una hora y fecha para la realización de un evento y simplemente no se cumple con lo anunciado. Se empieza tarde y hasta cambian sin más las fechas, poniendo en apuros a los demás.
Siempre oímos hablar de “hora inglesa”, refiriéndose a que será en la exacta hora señalada. Sin embargo, y por la expresión, es de seguro que se habla de la educación que ellos, los ingleses, tienen o han tenido (no sé qué tanto lo siguen y mantienen hoy). No ha sido la costumbre de la población panameña (al parecer). Incluso hablamos de la “hora panameña”. O sea, un poco (o mucho) después de la hora. Nos vamos acostumbrando, o malacostumbrando a hacer las cosas con retrasos, salimos tarde, llegamos tarde, esperamos, dejamos para luego… Todo lo que demuestra indisciplina, desorganización e irrespeto hacia uno mismo y hacia los demás.
No comparto la opinión de los productores que dicen que la obra es a las ocho de la noche, tienen algo de público, pero deciden esperar más de los 15 minutos. A veces nos vamos a la media hora, y se puede aún perdonar. Pero ya es el colmo esperar 1 y hasta 2 horas. El tiempo de los demás, ¿qué? Si yo salí a tiempo, corrí para llegar, y es la hora (digamos que me voy con los 20 minutos), aun así debo esperar por alguna persona considerada importante o porque se llene el lugar por los frescos que se cogieron tranquilamente su tiempo en llegar? y yo, ¿no soy importante? ¿Se me debe faltar al respeto de esta manera? ¿Es mucho pedir a los “dueños” del evento organizarse mejor y evitar la alteración de la agenda de los demás?
Esta es una práctica que incluso mantienen los productores y artistas internacionales. ¿Cómo es eso de que el artista aguarda en un hotel, mientras sacan cuentas, y bajo lluvia se tiene al público castigado por horas. ¿Ejemplos? Muchos. Hay que exigirles cumplir con el horario. Modales y respeto señores.
Nos vemos en el siguiente montaje… Puntual.