
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
Las vallas publicitarias también sucumbieron ante el viento.
El letrero del Waikikí se cayó sobre la losa del edificio.
A este carro le cayó un árbol encima.
El Miviot ayudará a las personas que perdieron los techos de sus viviendas.
El vendaval arrancó enormes árboles de raíz, que pusieron en peligro la vida de cientos de panameños en el área Este.
Fotos: HERMES GONZALEZ/ ROBERTO BARRIOS
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
Las vallas publicitarias también sucumbieron ante el viento.
El letrero del Waikikí se cayó sobre la losa del edificio.
A este carro le cayó un árbol encima.
El Miviot ayudará a las personas que perdieron los techos de sus viviendas.
El vendaval arrancó enormes árboles de raíz, que pusieron en peligro la vida de cientos de panameños en el área Este.
Fotos: HERMES GONZALEZ/ ROBERTO BARRIOS
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
Las vallas publicitarias también sucumbieron ante el viento.
El letrero del Waikikí se cayó sobre la losa del edificio.
A este carro le cayó un árbol encima.
El Miviot ayudará a las personas que perdieron los techos de sus viviendas.
El vendaval arrancó enormes árboles de raíz, que pusieron en peligro la vida de cientos de panameños en el área Este.
Fotos: HERMES GONZALEZ/ ROBERTO BARRIOS
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
Las vallas publicitarias también sucumbieron ante el viento.
El letrero del Waikikí se cayó sobre la losa del edificio.
A este carro le cayó un árbol encima.
El Miviot ayudará a las personas que perdieron los techos de sus viviendas.
El vendaval arrancó enormes árboles de raíz, que pusieron en peligro la vida de cientos de panameños en el área Este.
Fotos: HERMES GONZALEZ/ ROBERTO BARRIOS
El Sinaproc tuvo mucho trabajo ayer.
Las vallas publicitarias también sucumbieron ante el viento.
El letrero del Waikikí se cayó sobre la losa del edificio.
A este carro le cayó un árbol encima.
El Miviot ayudará a las personas que perdieron los techos de sus viviendas.
El vendaval arrancó enormes árboles de raíz, que pusieron en peligro la vida de cientos de panameños en el área Este.
Fotos: HERMES GONZALEZ/ ROBERTO BARRIOS
Aterrados. Rita Jaén pensó que el mundo se acababa, cuando los fuertes vientos que se registraron en la mañana de ayer le desprendieron el techo de su humilde morada, ubicada en Concepción, Juan Díaz.
“Todo pasó tan rápido que no nos dio tiempo para nada, solo para ver cómo la ventolina mecía de un lado a otro los árboles y los techos eran desprendidos con gran facilidad”, dijo aún nerviosa.
Arturo Alvarado, director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), aclaró que el sistema de mal tiempo de ayer proviene de la zona de convergencia intertropical que está permanentemente sobre el país, los nueve meses de la temporada lluviosa.
Explicó que la lluvia tuvo una duración aproximada de 45 minutos y dejó afectaciones en la comarca Guna Yala y el área Este. El vendaval derribó 24 árboles (11 cayeron sobre la vía, igual cantidad sobre viviendas y dos en el tendido eléctrico). Además, seis casas se quedaron sin techo por el fuerte vendaval. A pesar de lo fuerte de la tormenta, el Sinaproc no reportó heridos ni víctimas fatales. Sin embargo, un niño murió en Bocas del Toro.
Entre tanto, funcionarios del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) recorrieron las áreas afectadas. El funcionario Francisco García informó que está tramitando la entrega de hojas de zinc a todos los afectados.