Osvaldo Gómez Biriba, durante una práctica con dos de sus canes, en el Circo Mágico Houdini, que funciona en Buenos Aires y en los alrededores. La reciente aprobación de una ley que prohíbe el trabajo de los animales en los circos, abre una polémica en la que empresarios del sector y proteccionistas pelean por el amor a las bestias.
|