Tiene tremendo reto por delante. Y es que Severiano González sufrió polio cuando tenía dos años, y esto lo dejó postrado en una silla de ruedas hoy día.
Por ironías de la vida, su madre murió hace poco, fue entonces que la responsabilidad de cuidarlo recayó sobre su única hermana Omaira González, quien, además, tiene dos pequeños que mantener.
Para Omaira, esto no ha sido nada fácil, por lo que diariamente anima a su hermano para que haga terapias en su casa.
Estos consejos no han sido en vano, ya que cuando Severiano llegó a casa de su hermana no movía ninguna de sus articulaciones; sin embargo, hoy al menos se sostiene por sí solo.
Omaira comentó que "yo converso con él y le digo que haga ejercicios, porque el día que yo no esté tendrá que defenderse solo".
ANHELOS
Este joven discapacitado no pide mucho, sólo quiere salir a pasear más a diario y le pide a Dios mucha paciencia para su hermana.
|