Misericordia de Dios. Aunque Adina Hogan perdió a su hijo, perdona a las personas que lo mataron.
Se trata de Joanei Powell, de 17 años, quien murió cuando dos sujetos lo interceptaron y le propinaron un tiro en la frente.
El hecho se dio en la Tercera etapa en Santa Librada, San Miguelito, la noche del lunes, cuando Joanei estaba a dos casas frente a la suya. Él caminaba por la vereda cuando dos desconocidos, encapuchados, le dispararon y se dieron a la fuga.
Adina no siente rencor y deja la justicia en manos de Dios, además exhortó a los asesinos de su hijo a que se arrepientan.
Hogan negó que la muerte de su hijo fuera producto de viejas rencillas. Ellos son evangélicos.
Mientras, la Policía Nacional, a través de un comunicado, asegura que ese caso se debe a viejas rencillas entre sujetos de la Quinta etapa de Santa Librada con el hermano de Joanei, quien en estos momentos permanece recluido en una de las cárceles del país.
SUEñOS TRUNCADOS
Joanei cursaba el cuarto año en el Colegio Panasystems y pretendía ir a la universidad y estudiar diseño gráfico.
Él era el más pequeño de los hijos varones de la señora Adina.
TRANQUILO
Sus amigos y vecinos contaron que Joanei era un joven callado, más bien tímido. Entre sus pasatiempos estaba jugar fútbol.
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