Tú dices que nunca olvidarás dónde estabas cuando escuchaste las noticias el 11 de septiembre de 2001. Tampoco yo lo olvidaré.
Yo estuve en el piso 110 en un cuarto lleno de humo con un hombre que llamó a su esposa para decirle "Adiós". Yo sostuve firmemente sus dedos mientras él marcaba. Yo le dí paz para decir: "Querida, no voy a regresar, pero está bien... estoy preparado para irme".
Yo estuve con su esposa cuando él llamó mientras daba el desayuno a sus hijos.
Yo estuve en las escaleras del piso 23 cuando una mujer me gritaba llorando por ayuda. "Yo he estado tocando a la puerta de tu corazón por 50 años" dije yo, "por supuesto te mostraré el camino a casa - solo cree en mí ahora".
Yo estuve en la base del edificio con el Predicador ministrando a las almas heridas y devastadas.
Yo estuve en los cuatro aviones, en cada asiento, con cada oración. Yo estuve en los corazones mismos de los creyentes allí... confortando y asegurándoles a ellos que su Fe los había salvado.
Quiero que sepas que yo miré cada cara. Yo conocía todos los nombres aunque no todos me conocían. Algunos me conocieron por primera vez en el piso 86. Algunos me buscaron en su último respiro. Algunos no podían escuchar que les llamaba a través del humo y de las llamas, "Ven a mí... por aquí... toma mi mano."
Algunos escogieron, para el tiempo final, ignorarme. Pero, Yo estaba allí.
Yo no te puse en la torre ese día. Tú no sabrías por qué, pero Yo sí. Buscádme ahora, mientras puedo ser hallado. Entonces, en cualquier momento, tú sabrás que estás "listo para partir".