¡Ay madre! El actor Nicolas Cage consideraba que el avión particular y la renta a diario de limusinas eran imprescindibles para su profesión; por eso, desde hacía tiempo, los deducía como "gastos" en sus declaraciones de impuestos.
Amigos, les cuento que los auditores de impuestos no lo han visto de esa manera, y acusaron al actor de omitir pagar $3.9 millones entre 2002 y 2004. ¡Chuzo!
Finalmente, y después de que el caso llegara a los tribunales, el actor ha aceptado pagar $591 mil como multa por las irregularidades, además que deberá pagar los $3.9 millones omitidos.
El mánager de Cage insistió en que deducir gastos de restaurantes de lujo, criados, viajes en primera clase y el mantenimiento del avión privado era una costumbre en la industria del espectáculo y que era, además, necesario para la seguridad del actor. El argumento no fue aceptado. ¡Casos y cosas!